Chiles rellenos

México dejaría de ser México sin el chile, tenemos fama de preparar todo con picante. La verdad tenemos un problema, sin picante la comida no nos sabe. En esta ocasión usaremos chile poblano, el cual la verdad no pica, o puede ser considerado de los chiles con menos picante.

A principio de septiembre vino mi suegra a visitarnos y decidimos que íbamos a hacer chiles en nogada ya que ninguna de las dos lo habíamos cocinado. Por razones ajenas a nosotras, tuvo que regresarse un día antes y decidimos que mejor aprovecháramos el tiempo paseando en lugar de cocinar.

En México, septiembre es el mes de chiles en nogada ya que hay granada y la nuez tierna para hacer la nogada y es un platillo que se vende mucho en esas fechas. La verdad no tuve tiempo de comprar lo necesario para los chiles en nogada, y solo tenía los chiles poblanos en casa; por lo que decidí rellenarlos de carne molida.

Hay dos variantes, pueden ir capeados o sencillos, honestamente los prefiero sencillos, siento que los capeados saben mucho a aceite. En esta ocasión los hice sencillos, pero si ustedes lo desean pueden capearlos, sólo se baten las claras hasta levantarlas, se enharina el chile relleno y se pasa por las claras, se fríe inmediatamente hasta que se cosa el huevo. 

Creo que esta receta no es novedosa para un mexicano o mexicana, porque esto es de lo más común, pero espero que a alguien le sea de utilidad.




Tiempo de preparación: 60 minutos
Raciones: 4 porciones

Ingredientes:
Relleno


  • 1 cucharada de aceite de oliva
  • 2 dientes de ajo
  • 1/3 de taza de cebolla picada
  • Sal y pimienta al gusto
  • Salsa inglesa worcestershire al gusto
  • 500 gr de carne molida mixta (res y cerdo)
  • 3 tomates
  • ¼ de cebolla
  • ¼ de taza de vino blanco (opcional)
  • 2 hojas de laurel
Chiles


  • 4 chiles poblanos grandes
  • 200 gr de queso manchego (opcional)
  • Adobo o puré de tomate (es opcional bañar los chiles)

Indicaciones:
Se lavan los chiles, y se ponen a asar directamente en el fuego de la estufa. Con mucho cuidado hay que voltear los chiles de tal manera que toda la piel se queme. Al retirarlos del fuego, se colocan en una bolsa de plástico y se cierra. Esto es para que el calor ayude a suavizar la piel y sea fácil despegarla. Hay que dejarlos reposar de 15 a 30 minutos en la bolsa.

Mientras reposan los chiles, se prepara la carne. Hay que sofreír la cebolla picada y los dientes de ajo en una cacerola. Se condimenta la carne con sal, pimienta y la salsa inglesa. Se agrega la carne a la cacerola,  hay que moverla constantemente hasta que toda la carne esté cocida. En este paso puede soltar grasa la carne, les recomiendo tirar la grasa porque le da un sabor a “animal” a la carne.

Licuar los tomates y la cebolla con un poquito de agua para hacer un puré. Se agrega esta salsa a la carne, el vino blanco y las hojas de laurel. Se tapa la cacerola y se deja cocer cuando hierva puede dejarse de 10 a 15 minutos. Si es necesario se agrega sal y pimienta.

Se sacan los chiles de la bolsa, se lavan con agua mientras se les retira la piel, con un chuchillo se hace un corte en forma de “T” mayúscula y se sacan las venas y las semillas,  para que no pique tanto.

Se coloca en un refractario los chiles, se rellenan con la carne. Se le puede agregar queso para que se gratine y bañar con un adobo (como yo) o un puré de tomate.

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